Como obra de arquitecto, es todo un monumento ya colonial, pero de ese tipo. En tanto el pueblo permaneció en el viejo solar del cerro de La Víbora, no hubo necesidad de puente más que el llamado de Los Indios, cuyos muros visibles aún hace 30 años, han sido sepultados por la Presa. La señora Condesa mandó construir frente a su casa un puente estilo romano, allá por 1730, que durante muchos años fue conocido con el nombre de Puente Viejo y corrió la misma suene que el anterior.
Cuando se verificó el traslado de Tuxpan si hubo necesidad de un puente, habiéndose construido con cal y canto y planchones de madera. En 1827 el Ayuntamiento de entonces decidió construir un puente más viable y seguro; solicitado e’ permiso para gravar el paso a arrieros y peatones, pudieron cobrarlo durante 15 años, habiendo logrado reunir la cantidad de $900.00, suma sin consideración para la magnitud de la obra. Pero el Ayuntamiento de 1842 resolvió emprender el trabajo haciendo venir al arquitecto moreliano don Felipe Dávalos, celebrándose el contrato correspondiente; por la mano de obra iban a ser cobrados los siguientes sueldos:
Arquitecto: Diez Reales
Albañiles. Seis Reales
Peones: Cuatro Reales
La obra fue comenzada un día lunes, el 23 de marzo de 1846, y terminada en 851, pero no fue sino hasta restablecida la República cuando en ceremonia solemne y en memoria del Gral. Manuel García Pueblita, le fue dado este nombre. En la placa conmemorativa indica el costo del trabajo
No hay comentarios:
Publicar un comentario